viernes, 27 de febrero de 2009

Contra algo más que un techo de cristal

Caracas, 24 de abril de 2006
La pobreza lleva género y rostro de mujer. El mundo debe terminar con ese oscuro círculo
A comienzos de los años noventa una inquietud quedó plasmada en un artículo de Gabriel García Márquez. "Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo". Y posiblemente eso que escribió el Gabo ocurra en los próximos cien años, una vez que se logre romper el círculo gracias al cual la mayoría de las personas que viven hoy en pobreza, desempleo o con malas remuneraciones son precisamente las mujeres.
El llamado Glass Ceiling o Techo de Cristal es una fórmula que ha tratado de representar a esa serie de factores, casi etéreos, debido a los cuales la mujer no logra escalar a posiciones de alto rango, llegar al centro del poder y de la toma de decisiones.
Aunque organismos internacionales sostienen que se han dado hechos sustanciales que indican un avance del género femenino en el mundo laboral y hacia su dignificación social, las cifras son decepcionantes. El Banco Mundial reporta que dos tercios de los analfabetos del planeta son mujeres y niñas, y que 70% de las mujeres viven en pobreza.Las trabajadoras apenas suman 40% de la población económicamente activa en las áreas urbanas de América Latina y sólo han podido acceder a entre 1 y 3% de los puestos ejecutivos de las más grandes empresas, revela la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Diez años atrás estas estadísticas eran peores.

Palabra empeñada
Según la OIT, actitudes y prejuicios organizativos arman el entramado de ese freno social. Factores culturales, que terminan traduciéndose en discriminación, son el elemento clave de esta realidad.
Cada día más mujeres se incorporan como piezas fundamentales a la economía mundial, pero siguen siendo únicas responsables de sus hogares y cargan con el peso de la maternidad, lo que, además de las responsabilidades que implica, hace que muchos empleadores las vean como un costo laboral indeseado. Para la OIT este hecho sirve para justificar la diferencia de casi 36% en los sueldos entre hombres y mujeres en América Latina.

Existen compromisos claros por parte de ciertas naciones para tratar de romper esta situación y garantizar la equidad entre hombres y mujeres.
En los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados el año 2000 por los miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como reto para el 2015, se estableció la necesidad de equidad entre los géneros y de autonomía de la mujer. Se concluyó que este punto es básico para el crecimiento económico y para reducir la pobreza. Pero hay un gran pesimismo acerca de la posibilidad real de que se cumpla la meta en la fecha prevista.
El BM habla de que faltan esfuerzos por parte de los gobiernos para alcanzar resultados en este sentido. Se requieren apoyo financiero y voluntad política para acometer la tarea.

Tubo de ensayo
En la Unión Europea, por ejemplo, hacen lo propio para avanzar hacia "la participación equilibrada de hombres y mujeres en la actividad profesional y en la vida familiar".
Se han propuesto, entre otras cosas, un reparto equilibrado entre los trabajadores -hombres y mujeres- de los cuidados que deben prestar a los hijos y a otras personas que son dependientes de ellos. Es decir, que intentan repartir las cargas tanto laborales como familiares entre ambos géneros. Con medidas de este tipo no sólo se persigue "compensar la desventaja de las mujeres por lo que se refiere a las condiciones de acceso y participación en el mercado de trabajo" sino "avanzar hacia el desarrollo de la sociedad", dictaminó la UE. La UE hace un seguimiento constante de este plan, pero los logros son lentos. En la revisión de febrero de 2005 se notó que las diferencias salariales entre hombres y mujeres se mantenían intactas así como la proporción de desempleo en uno y otro género.

Los retos
Algunos nombres en la escena mundial parecen dar cuenta de una reciente escalada femenina hacia el poder. Michelle Bachelet en Chile, Elle Johnson-Sirleaf en Liberia, Gloria Macapagal en Filipinas, Mary Mcaleese en Irlanda, Tarja K. Halonen en Finlandia, y Vaira Vike-Freiberga en Letonia conforman el cuadro de mujeres jefes de Estado en el planeta, quienes están acompañadas en la lista de liderazgo sólo por otras cuatro mujeres que fungen roles de primeras ministras. Pero en el mundo existen cerca de 198 países.
La realidad hace obvio que se necesitan planes apuntalados por los gobiernos para que las mujeres no sólo asciendan a cargos de alta relevancia sino para que logren empleos dignos y salarios justos.

Entre otras muchas cosas, hay que garantizar el reconocimiento de la responsabilidad compartida sobre los hijos y la familia entre hombres y mujeres. Los Estados deben garantizar educación sin restricción de géneros y abrir la participación femenina en oficios tradicionalmente de hombres; y revisar los sistemas de seguridad social, especialmente el de pensiones, para que respondan a las características de la mujer que, por sólo mencionar un aspecto, suele vivir más años que su compañero.
Algunos se atreven a señalar que será después de 2050 cuando se comenzará a sentir la equidad entre hombres y mujeres. Algo más de 40 años para revertir creencias y prejuicios, una carga cultural que le ha robado a las mujeres el manejo del mundo hasta hoy.

Temas pendientes
  • Diversos países avanzan hacia el establecimiento de normas que garantizan la equidad familiar y laboral de los trabajadores hombres y mujeres, pero se enfrentan al gran reto de no crear una letra legislativa que termine traduciéndose en costos para las empresas y, en consecuencia, en una forma de discriminación hacia uno u otro género.


  • Las proyecciones demográficas hacen más pronunciada la tendencia actual según la cual las mujeres viven más años y suelen sobrevivir a sus compañeros. Este elemento se está incorporando a las discusiones para revisar los sistemas de seguridad social y, en especial, de pensiones para que atiendan adecuadamente las necesidades femeninas.

Por Carmen Rosa Gómez

El Universal

miércoles, 25 de febrero de 2009

Dalí interpreta a Dalí

Traducen al castellano 'Metamorfosis de Narciso', un poema donde el artista catalán explica con versos surrealistas uno de sus cuadros.

Tomado del heraldo.es

Madrid.- Además de pintor, Salvador Dalí fue un gran escritor, como atestiguan sus textos autobiográficos, sus ensayos, sus piezas teatrales, sus guiones cinematográficos y sus poemas. Para pintar el óleo 'Metaformosis de Narciso', que estos días exhibe el Museo Thyssen, Dalí aplicó el método paranoico-crítico, y también lo aplicó al poema 'Mito de Narciso', una pirueta verbal donde intenta explicar con versos surrealistas la citada pintura. "Se trata del primer poema y el primer cuadro totalmente obtenidos según la aplicación del método paranoico crítico", señaló Dalí en su día.
"Se debería observar esta pintura con el poema en la mano, o con el poema muy presente", aconsejaba. En su visita a Sigmund Freud (Londres, 1938), Dali le llevó el lienzo al padre del psicoanálisis con el fin de "impresionarle". Éste, por lo visto, dejó impresionado a Dalí con todo lo que le dijo. La primera edición del 'Mito de Narciso' se publicó en francés, en 1937. Ahora la editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores y la Fundación Gala-Salvador Dalí ha realizado una primorosa edición con los autógrafos del poema (Dalí los escribió en papel de carta, con el membrete de un hotel austriaco), la traducción castellana, la reproducción del cuadro y los dibujos preparatorios. El libro, que lleva por título 'Metamorfosis de Narciso', incluye los ensayos 'La metamorfosis, el mito de Narciso', de Montse Aguer Teixidor; 'El enigma de lo invisible', de Joan M. Minguet Batllori, y 'Sobre el narcisismo en Dalí: una introducción', de David Lomas. "El libro reproduce el manuscrito de Dalí tal y como Gala lo tenía encuadernado en un pergamino", dijo la directora del Centro de Estudios Dalinianos, Montse Aguer.

Exactitud
El método paranoico-crítico intenta, según Dalí, arrancar a la realidad sus significados más recónditos. "El lirismo de las imágenes poéticas sólo es filosóficamente importante cuando logra, en su acción, la misma exactitud que obtienen los matemáticos en la suya; el poeta debe, ante todo, demostrar lo que dice", escribe Dalí en la introducción a su poema. El pintor de Figueras reclama para el surrealismo los mismos "exactos detalles" que pedía Stendhal para explicar la arquitectura de la basílica San Pedro. "Su cabeza sostenida con la punta de los dedos del agua, con la punta de los dedos, de la mano insensata, de la mano terrible, de la mano coprofágica, de la mano mortal de su propio reflejo", dice uno de los fragmentos del poema. Tanto el óleo como los versos remiten, según Aguer, "a la mitología y a la literatura, al autorretrato, a la doble imagen, a su hermano muerto, a la putrefacción, al paraíso intrauterino, a la mágica flor del narciso, al amor heterosexual y al homosexual, y, obviamente, a Gala". "El mito de Narciso fue una de sus grandes obsesiones", subrayó la directora del Centro de Estudios Dalinianos.

martes, 17 de febrero de 2009

Van Gogh 'la nuit'


Ámsterdam se rinde a la poética nocturna del genio

Isabel Ferrer (El País de España)

Según la leyenda, Vincent van Gogh (Groot-Zunder, Holanda, 1853; Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) se tocaba con un sombrero lleno de velas encendidas para pintar de noche. Tal era su necesidad de captar los tonos cambiantes de la luz, que ni siquiera las tinieblas le obligaban a cerrar su caballete. Vincente Minnelli plasmó esa escena mítica en su película sobre el pintor (El loco del pelo rojo) poniéndole al actor Kirk Douglas un gorro chorreante de cera caliente en la cabeza.

El museo que lleva el nombre del artista holandés en Ámsterdam no ha podido comprobar la veracidad de la historia, pero sí que ha conseguido un objetivo largamente acariciado: reunir por vez primera en una exposición los cuadros nocturnos del genial pintor, con el más famoso de todos ellos, Noche estrellada, como absoluto polo de atracción.
Apropiadamente titulada Van Gogh y los colores de la noche, la cita cumple otra función que permitirá sonreír al personal de la sala hasta el próximo 7 de junio, fecha de la clausura: el cuadro Noche estrellada ha favorecido toda clase de conjeturas cósmicas sobre el día en que el artista plantó una luna en cuarto creciente sobre un cielo retorcido; pero la obra, acabada en 1889, no está en Holanda, sino en Nueva York, en el Museo de Arte Moderno (MOMA).
Así que cuando los visitantes inquieren en Ámsterdam por la tela -y es la pregunta más repetida- se les dice con resignación que cuelga en Estados Unidos. "Por eso es un gozo tenerla ahora aquí, y haber podido trabajar con el MOMA en esta exposición, que recoge la fascinación de Van Gogh por el crepúsculo y los nocturnos", afirma Axel Rüger, director del museo holandés. La colaboración ha sido intensa y con una oferta doble. Los cuadros estuvieron en Nueva York y ahora llegan a Ámsterdam como única plaza europea para su disfrute.
Hay varias sorpresas para el visitante entre los 32 lienzos, 19 trabajos sobre papel y cinco bocetos reunidos en la muestra. Dividida en cuatro apartados temáticos, la exposición arranca con los atardeceres, recorre luego la vida campesina, la siembra, y se cierra con "la poesía de la noche". Ya en el primero, destacan dos piezas cedidas por el Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid. Se trata de Paisaje nocturno (1885) y Estibadores de Arlés (1888), unas escenas con un sosiego que no suele atribuirse al artista. Hijo de un pastor protestante y aspirante él mismo a predicador, la noche presentaba un enorme reto para el espíritu de Vincent Van Gogh. Era el momento del recogimiento, la reflexión y el descanso. De igual modo, suponía la lucha contra la tentación de pintar, a la que sucumbía, en lugar de preparar sus sermones.
En el museo holandés, el paso de la noche oscura a la noche luminosa es bien palpable. Junto a la negrura de iconos holandeses fechados hacia 1885, como la casi mística Familia comiendo patatas y Casita de campo, pueden verse crepúsculos y trigales franceses arrebatados, de 1888. De La siega, otro tema esencial, hay tres versiones reunidas por primera vez desde 1984.
Para cuando se llega al punto álgido de la visita, la mano de Van Gogh revela la intensidad que le ha hecho famoso. Porque no sólo Noche estrellada es un frenesí de pinceladas, empaste y una luna amarilla como un sol. "La fascinación de la noche no le abandona nunca, pero en Francia, cuando llega la luz de gas, la vida cambia. Los bares abren todo el día y quiere captar hasta el último destello, a oscuras. Por eso pinta terrazas de cafés en plena madrugada y monta sus aperos frente al río Ródano, en Arlés, buscando reflejos en el agua", afirma Maite van Dijk, investigadora del MOMA, que ha colaborado en el catálogo de la muestra.
Es posible que Vincent Van Gogh nunca llevara un gorro de velas puesto, pero sí apareció citado en el diario de Arlés como "el tipo que pinta de noche en la calle".

jueves, 12 de febrero de 2009

25 años sin Cortázar

La tumba de Cortázar en París (Foto: Carmen Rosa Gómez)

"Siempre he creído que uno puede subsistir -en esencia, en Idea- cuando se deja una obra o se vive en el recuerdo de aquellos a quienes se quiso", escribió Julio Cortázar en una carta a una amiga en 1942.
En esa correspondencia del joven profesor, sumergido en la provincia argentina, palpita un inmenso anhelo por trascender. Se trata de una necesidad constante que él no intenta ocultar y que, por el contrario, exhibe sin recelo a sus amigos de epístolas.
“Ya sé que cuando yo muera (de alguna manera rara, ya verá) ustedes los amigos publicarán mis obras completas, y que, en bellos apéndices, agregarán mi copiosa correspondencia. Por lo tanto tengo que lucirme”, escribió en 1940.
¿Sabía ya que estaba llamado a trascender o profundamente deseaba hacerlo? De una u otra manera hoy, cuando se cumplen 25 años de su muerte, me sumo a los que, entre tanto otro papel de su autoría, atesoro todas esas cartas que a lo largo de su vida fue escribiendo de una, sin borradores, para decirle a todos acerca de sus gustos y de sus críticas, de su amor por la música, de su particular recelo ante la muerte, de su admiración hacia los paisajes inmensos y los detalles más pequeños, así como de sus miles y miles de reflexiones que hablaban mucho de la textura de los ladrillos con los que fue edificando su obra.
En muchos lugares, por estos días, se le rinde tributo y vale la pena hacer seguimiento de tal programación. A continuación algunos enlaces de interés:

http://www.elpais.com/articulo/opinion/plenitud/intermitente/Rayuela/elpepiopi/20090212elpepiopi_11/Tes

http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1098495

http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1098477&origen=relacionadas

martes, 10 de febrero de 2009

Mensajes en la tumba de Borges


La cineasta rumana Ana Simon recoge hace 20 años los testimonios y objetos que la gente deja en el cementerio de los reyes, de Ginebra.

Lunes 9 de febrero de 2009

Por Susana Reinoso LA NACION

La tumba de Jorge Luis Borges en el cementerio de los reyes de Plainpalais, en Ginebra – convertida en una meca de lectores de todo el mundo–, es testigo mudo de la admiración y el cariño que el más universal de los argentinos sigue despertando, a 22 años de su desaparición.

Ana Simon, crítica y documentalista rumana residente en Ginebra, advirtió hace más de dos décadas, cuando visitaba el sepulcro de su esposo, el actor suizo Francois Simon –justo al lado de la tumba número 735, cuya lápida identifica la última morada Borges–, una enorme cantidad de mensajes, como los que la gente deja a los santos. O a los ídolos de rock.

Ana, que conoció la obra de Borges cuando estudiaba letras en la Universidad de Bucarest, asumió como una liturgia, mes tras mes, la recolección de los objetos y los textos de los visitantes, que luego enviaba a María Kodama en Buenos Aires.

La realizadora residente en Ginebra compartió esta historia con la periodista argentina Cristina Pérez, durante la visita que la conductora de Telefé hizo a la tumba de Borges, Y, esta semana desde Barcelona, Ana Simon –que elige Historia universal de la infamia, como "el libro perfecto" de Borges– hizo lo propio en diálogo con LA NACION. En casa del artista y poeta Paco Ibañez y su esposa, Ana supera la muerte de Aurora Ginastera, viuda del músico argentino Alberto Ginastera, fallecida hace 10 días en Ginebra.

Los testimonios a los que accedió LA NACION trasuntan ternura y gratitud. Aunque parezca broma, hay quienes escriben en el reverso de sus papelitos, sus correos electrónicos. En boletos de metro o de tren, en páginas de libros u hojitas de anotadores de hoteles cinco estrellas, en postales de letra apretada, con frases tímidas o haikus, los testimonios conmueven y sorprenden. Hasta algún indígena latinoamericano reclamó ante la sepultura del escritor.

"Comencé a guardar los papelitos porque me parecía importante. La gente le deja mensajes como si fuera un santo", reflexiona Ana. Así recogió el testimonio de Aurora, la sobrina de Estela Canto [primera esposa de Borges, a quien le dedicó El Aleph ]: "Querido Borges, estuve aquí para visitarte. Soy la que agradece tus poemas, tus cuentos. Te he llevado hasta muchos que no te conocían, en español y en inglés...Nos vemos en El Aleph o en algún otro sueño".

En alemán, en inglés, en chino o en español, la gente dice cosas así:

"Borges, vine a visitarte con todos mis muertos a cuestas. Porque como tú dijiste, no sólo somos uno, sino también el otro, los otros...Te saludo, maestro. Miguel Aillón". "Señor Borges: lo busqué, me costó, pero lo volví a encontrar. Lo volvería a hacer. Mario Olivera". [En inglés] "Querido Borges: tu sabiduría hace al mundo mucho más interesante. Gracias de un amigo. Mi esposa y yo vinimos de China a visitarte. Yang". [En alemán] "Hola Borges, hoy hoy he pensado en ti, mientras te leía en mi alemán. Muchos saludos. En unos días vuelvo a Ginebra con mejor conocimiento de alemán". "Ché: sólo una cosa tengo que reclamarte, el que hayas pugnado por nuestra desaparición como cultura, como pueblos originarios indígenas. Más aún, siendo indígena zapoteco, ante tu tumba derramo lágrimas en tu memoria. Estamos en paz". "Lejos un trino, el ruiseñor no sabe que te consuela. El mundo será Tlon. Gracias maestro. Cristina". "Aquí estamos entonces, en tu Ginebra, en castellano. Aquí estamos sobre La Pampa, en argentino, en carne viva. Nuestra desmesura y tu quietud". "La patria es ahora todas las palabras, todos los árboles que me dieron su sombra, todos los libros que he leído para mi bien...cuánta razón tenía, maestro. Luciana".

Los argentinos que llegan al cementerio de los reyes –donde metafóricamente Borges dialoga entre otros con Calvino, Sofía Dostoievski, Alberto y Aurora Ginastera, Jean Piaget y su vecino, Francois Simon–, prefieren no dejarle flores, sino plantas que perduren en el tiempo.

Un periodista argentino fue uno de ellos.

Ana cuenta que ha encontrado sobre la tumba de Borges, pinturas, libros y otros objetos que la gente deja como recuerdo: "Cuando le pongo una vela a mi marido, dejo otra a Borges. Al leer los testimonios de la gente, me doy cuenta que vienen de mundos diversos. Lo que lo ocurre en su tumba, pasa también con Calvino. Creo que él fue feliz en Ginebra. Es un orgullo para los pueblos tener escritores y artistas de su dimensión".

Ana realizó, para el centenario del nacimiento del escritor, La Ginebra de Borges, una cálida biografía íntima, con testimonios de Borges y Kodama, mientras la vieille ville (ciudad vieja) favorita del autor de Ficciones abre su esplendor, bajo el embrujo de la voz en off de la actriz francesa Jeanne Moreau, que lee con hondura poemas de Borges. Kodama cuenta en el filme que, pocos días antes de morir, Borges recibió la visita de Marguerite Yourcenar. Juntos se sumergieron en una brillante charla sobre el laberinto. "Pronto sabré quién soy" dice el verso final de Elogio de la sombra. Como escribió el poeta Horacio Salas, tal vez lo supo el 14 de junio de 1986, a las 7.47 de la mañana, cuando murió en el 28 de la Gran Rue, en Ginebra. Con esa nostalgia inevitable de Buenos Aires, en la memoria.

jueves, 5 de febrero de 2009

Los últimos papeles de Cortázar


La viuda y un estudioso del autor descubren en una cómoda familiar cientos de páginas de inéditos - El material, que completaría su obra, se publicará en mayo

CARLES GELI - Barcelona - 05/02/2009 (Diario El País)

Cuando fallece un escritor, tarde o temprano acaba saliendo una cómoda de alguna parte. La de Julio Cortázar (1914-1984) estaba tan llena de papeles que sus cinco cajones no se podían ni abrir. A duras penas lograron hacerlo, el 23 de diciembre de 2006, Aurora Bernárdez, viuda, albacea y heredera universal del autor argentino de 86 años, y Carles Álvarez, estudioso y loco cortazariano encantado con esa sorpresa.
Cuando fallece un escritor, tarde o temprano acaba saliendo una cómoda de alguna parte. La de Julio Cortázar (1914-1984) estaba tan llena de papeles que sus cinco cajones no se podían ni abrir. A duras penas lograron hacerlo, el 23 de diciembre de 2006, Aurora Bernárdez, viuda, albacea y heredera universal del autor argentino de 86 años, y Carles Álvarez, estudioso y loco cortazariano encantado con esa sorpresa.
Huelga decir que Álvarez dejó su trabajo en la Administración y se dedicó a ordenar los materiales, en estrecha colaboración con la viuda. Necesitó un año para hacer un inventario de 100 folios que reseñaban unos 750 objetos. "En los tres primeros meses salía a un inédito por día", dice Álvarez aún con incredulidad. El resultado será, en mayo, un libro impagable y de inevitable título, Papeles inesperados, que editará Alfaguara y cuyas credenciales son un festín de auténtico cronopio: 11 relatos nunca incluidos en obra alguna, un capítulo inédito de Libro de Manuel, 11 nuevos episodios del personaje que protagonizó Un tal Lucas, cuatro autoentrevistas, 13 poemas inéditos... En total, un volumen de unas 450 páginas, muchísimas inéditas. El mejor homenaje al autor a los 25 años de su muerte, que se cumplen el próximo jueves.
Sorprende que conservara estos papeles alguien que nunca les dio valor, hasta el extremo de que en vida vendió muchos a universidades de Estados Unidos como Texas y Princeton. De ahí que para la elaboración del libro se consultaran también esos fondos. Aunque la gran mina hayan sido, seguramente, los papeles que la madre del escritor poseía. Los mismos que el autor de Rayuela quería quemar y que Bernárdez conservó con esmero.
Así se explica que haya aparecido, por ejemplo, el Discurso del día de la Independencia, texto de 1938 donde el siempre brillante alumno, el abanderado de la clase (8,7 de nota media, según Álvarez), recitó a sus compañeros y profesores.
Otra perla temprana es el relato Los gatos, desde ya uno de los más antiguos que se conservan (enero de 1948) y en el que, para sorpresa de todos, demuestra ya una de las cualidades de sus cuentos importantes: la diégesis o "esa facilidad de Cortázar por hacer que el narrador salte de personaje sin que el lector se dé cuenta si no está muy atento", aclara el editor. El atributo del relato más sorprendente y "de una comicidad irresistible", según Bernárdez, se lo lleva el inédito Manuscrito hallado junto a una mano, sobre un melómano con dones insospechados. Uno de sus personajes es Pau Casals.
En cuanto al capítulo inédito de la novela Libro de Manuel, la hipótesis es que no fue incluido en el volumen "por redundante y por su alto contenido erótico".
En los cajones aparecieron también las tres historias de cronopios que quedaron sueltas (Never stop the press, Vialidad y Almuerzo, que fueron presentadas la semana pasada en edición de bibliófilo), así como los 11 nuevos episodios protagonizados por el poliédrico personaje de Un tal Lucas (1979), especie de álter ego de Cortázar. Lucas, las cartas que recibe y, sobre todo, Lucas, sus erratas (donde el susodicho se obsesiona con ellas, cree que degeneran en ratas y, para pillarlas, encarga a un miniaturista japonés una ratera especial) serían, en opinión de Álvarez, los más felices.
La amistad y bonhomía que caracterizaban a Cortázar le impedían negarse a escribir para y sobre sus amigos. Una decena de esos textos (sobre el sociólogo Ángel Rama, la cantante y actriz Susana Rinaldi...) se unen a otros 11 sobre sus otras grandes inquietudes: la pintura, la escultura y la fotografía. Aparecieron en revistas de todo calibre, calado y geografía.
La capacidad de ingenio de Cortázar ha desbordado a su viuda y al estudioso durante todo el proceso. Tanto, que se han visto obligados a abrir en el libro un capítulo con textos inclasificables, "puro Cortázar", fascinantes juegos verbales que llegan a la categoría de epigramas.
Como la metaliteratura iba intrínseca en el personaje, tampoco ha de sorprender que entre los papeles aparecieran cuatro autoentrevistas. En tres de ellas, quien interpela al escritor es un dúo sarcástico que relativiza todo lo que dice: los buscavidas porteños Calac y Polanco que Cortázar no se pudo sacar de encima desde que les hizo aparecer en la novela 62, modelo para armar.
Amén de 36 artículos sobre literatura, política, viajes i altri (su discurso del acto en que recibió la nacionalidad francesa, por ejemplo), el volumen se cierra (siempre en orden cronológico dentro de cada apartado), con 13 poemas inéditos. Una faceta que el cuestionamiento de sus allegados le hizo mantener en un falso limbo. Sin embargo, en 1956 se compró un mimeógrafo (un antecedente de las fotocopiadoras de hoy) y con él fue haciendo "copias manuales" de sus composiciones poéticas para sus amigos. Uno de esos juegos ha nutrido en buena parte el libro.
El valor de Papeles inesperados es, en opinión de quienes lo conocen, una aportación definitiva en lo humano y lo literario. "El arco vivencial de Cortázar aquí reflejado va desde principios de los años treinta hasta casi 1984; por eso nos permite ver desde el personaje más engolado al más lúdico, del Cortázar profesor de provincias al más político, comprometido y crítico", apunta Julia Saltzmann, editora responsable de Alfaguara en Buenos Aires. "Para mí es, junto con la correspondencia, el otro gran texto autobiográfico, donde se ve la formación de la persona y del escritor; del precortázar al Cortázar famoso", añade.
"Como hay textos de todos los géneros y todos los tiempos, se puede viajar de esa prosa grandilocuente juvenil del personaje, con un punto incluso cursi, a esa liberación retórica del castellano que personificó en uno de los casos más extraordinarios en la literatura del siglo XX", opina Álvarez. Y, para cuando en mayo aparezca el libro simultáneamente en Argentina y España, emplaza, como demostración, a la lectura de Un cronopio en México, una visita que el escritor realizó al país centroamericano en 1975.
Si bien nunca se puede decir nunca jamás, Álvarez no cree que puedan aparecer ya muchos inéditos cortazarianos. O sea, que da pocas esperanzas a que aparezca Soliloquio, la novela juvenil de 600 páginas, que, en cualquier caso, en ese manantial que fue la cómoda de París, no estaba.



Más tesoros
Si bien es posible que todas las cómodas
  • Un corregido. Cortázar no consiguió corregir las pruebas de imprenta del poemario Salvo el crepúsculo antes de morir. El libro salió un mes después del fatídico día. Ahora, Alfaguara lanzará entre marzo y abril una edición a partir de los mismos manuscritos que fueron a imprenta; por lo visto, durante el proceso, algunos cronopios, tan propios de su autor, hicieron de las suyas.
  • El doble de cartas. La correspondencia del escritor argentino reúne unas 780 misivas. Aunque hay interlocutores de la talla de Gabriel García Márquez, Octavio Paz e Italo Calvino, entre otros, Cortázar no guardó casi nada. Por suerte, los otros sí lo hicieron. Cómo no, Álvarez, editor de Papeles inesperados, en su labor de hormiga, ha hallado unas cuantas cartas más: en total... ¡875! El doble de las hasta hoy conocidas.